Anna Prohaska - Bach: Redemption - Scherzo

Si mucho nos hemos quejado aquí de la aburrida monotonía y falta de personalidad que dominan últimamente el mundo del canto historicista, no podemos sino celebrar que existan cantantes como Anna Prohaska. Lejos de esas voces basiliensis que solo buscan la belleza del sonido y el legato de la línea de canto, Prohaska recupera los mil recursos expresivos que adornan a una buena cantante, sea de la época o estilo que sea. Donde tantas sacrifican el texto a la calidad del sonido, ella no solo lo dice, sino que lo enriquece según su sentido; si en otras las cinco vocales se homogeneizan hasta hacerse indistinguibles, Prohaska saca distintos colores de cada una de ellas, según lo requiera la retórica del texto; mientras tantas no aportan musicalidad ni a una triste escala, ella añade arte al mismo Bach. Corre riesgos, claro está, y sale casi siempre vencedora, con una cuidada afinación pese a cantar sin apenas vibrato y siempre dentro del estilo y la intención del compositor, esta en ocasiones casi expresionista (Liebster Gott, erbarme dich).

Un poco más discutible es la concepción del disco, aunque excusable por las circunstancias de sugrabación, evidentes desde la portada: registrado en plena pandemia de la Covid-19, se trata de una selección de arias y números sueltos de cantatas de Bach, con textos en su mayor parte inspirados en la muerte y su aceptación cristiana. Se incluyen desde arreglos instrumentales de corales hasta coros cantados a una voz por parte, esto más por el sano criterio de adaptarse a las necesidades del momento (no está la cosa para coros masivos) que por abrazar las extravagantes teorías de Rifkin et al. Más que correcto en lo instrumental, el disco es rematado por una versión jazzística del aria Bete aber auch dabei (BWV 115), con la que arranca el CD en un track que justifica por sí solo todo él.