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Magnificat - Philippe Rogier - Sonograma Magazine

Entre los compositores franco-flamencos que viajaron a España se encontraba Philippe Rogier (c. 1561-1596), que ingresó en 1572 como chantre en la capilla de Felipe II. Más tarde, en 1584, pasó a ser el segundo maestro de dicha agrupación, para, cuatro años después, ocupar la titularidad. El caso de Rogier ejemplifica el cambio estilístico vivido por muchos compañeros de su generación: heredero de una escritura contrapuntística depurada y estricta -en el caso de Rogier especialmente emparentada con Nicolas Gombert-, su lenguaje fue articulándose hacia una expresión más flexible y emotiva. La presencia de Palestrina y la policoralidad de Giovanni Gabriele fueron determinantes a la hora de ofrecer un nuevo lenguaje, caracterizado por una amplia espacialidad y frecuentes efectos antifonales, lo que le otorga una especial profundidad sonora. Esta evolución fue la asimilada por Rogier, que, además de misas y motetes, compuso canciones y villancicos, tal como corresponde a un músico adscrito a la corte española. Aunque su obra no tenga el vuelo de sus contemporáneos más geniales -cabe pensar, por ejemplo, en Francisco Guerrero- es artífice, sin embargo, de un arte muy bien labrado, maestro en la resolución formal, como bien lo muestran los motetes contenidos en Sacrarum modulationum (1595) y en la póstuma colección titulada Missae sex, escritas éstas a cuatro y seis voces. Las misas presentadas en la presente grabación, Missa Domine Dominus noster y Missa Domine in virtute tua, resultan un buen exponente de la creación de Rogier, cercana, en ocasiones, a la forma de Sebastián de Vivanco y Juan Bautista Comes. Precediendo a la Missa Dominus Domine noster, se incluye el motete de Palestrina del mismo título, a través del cual el oyente podrá percibir ciertas deudas de estilo. La interpretación de Philip Cave es sobria y sensible. La presencia de sacabuches y cornetas reforzando el coro, como era propio en la música eclesiástica, le dota del típico color finisecular del Renacimiento. En algunos momentos se echa de menos una mayor concisión en el coro y un tempo no tan lánguido, pero esto no debe servir de reproche a la buena labor de Cave.

Sonograma Magazine
29 July 2011