Eva Zaïcik & Le Consort - Royal Handel - Scherzo

Eva Zaïcik es uno de esos muchos ruiseñores surgidos en Francia en los últimos años que han encontrado perfecto acomodo en la música barroca. Con solo 33 años, esta mezzoprano ha completado ya una brillante trayectoria tanto en las salas de concierto como en los estudios de grabación, a las órdenes de directores tan reputados como Raphaël Pichon, Vincent Dumestre o Valentin Tournet (¡qué prodigio de Magnificat bachiano!). Y, por supuesto, a las de otro joven valor galo como es Justin Taylor, con quien registró hace dos años su primer CD en solitario (Venez Chere Ombre, con repertorio francés). He aquí el segundo disco de Zaïcik con Taylor y su grupo, Le Consort, centrado en el Londres operístico de los años 20 del siglo XVIII. Sobre todo, en Haendel (arias de Flavio, Admeto, Siroe, Tolomeo, Floridante, Ottone, Radamisto, Riccardo primo y, cómo no, Giulio Cesare), pero también, de pasada, en Attilio Ariosti (Caio Marzio Coriolano) y Giovanni Bononcini (Crispo). Téngase en cuenta el dato de que Haendel, Ariosti y Bononcini compartieron la dirección de la Royal Academy of Music en aquella década, la de máximo esplendor de la ópera seria italiana en Inglaterra. Algunas de las arias aquí incluidas son de una belleza sobrenatural (las haendelianas Deggio morire, de Siroe; Stille amare, de Tolomeo; L’aure che spira, de Giulio Cesare; Ah! tu non sai, de Ottone; Ombra cara, de Radamisto, y Agitata da fiere tempeste, de Riccardo primo) y están cantadas primorosamente por Zaïcik, en un alarde de agilidad, coloratura, musicalidad, técnica, sensibilidad y conocimiento estilístico. Posee, además, un timbre aterciopelado y oscuro, y una modélica prosodia. El acompañamiento de Le Consort (con Théotime Langlois de Swarte como concertino y con el propio Taylor al clave en el bajo continuo) es de ensueño. ¡Un disco diamantino!