Veronique Gens - Passion - Scherzo
Véronique Gens comenzó su carrera de la mano de William Christie y Hervé Niquet asumiendo pequeños papeles a finales de los 80. No tardó en despegar y encarnó primeros roles, principalmente en el repertorio barroco francés. Alejada desde hace algunos años de ese ámbito, se ha centrado con gran éxito en la ópera mozartiana.
Es, por lo tanto, gratísimo escucharla de nuevo en la música que le proporcionó la celebridad. Si en sus primeros años exhibía una voz cristalina, ágil, juvenil y ligera, de unos años a esta parte su instrumento ha adquirido tintes más oscuros y mayor peso y densidad. Aunque con los estándares actuales bien podría calificarse como soprano lírica, su autoridad, carisma y tremenda capacidad dramática la convierten en lo que las fuentes denominan grand dessus, cantante capaz de asumir los rôles majestueux del teatro lírico francés de los siglos XVII y XVIII (Benoît Dratwicki) —por esa razón fue un error encomendarle el papel de Phani en la producción de Les Indes galantes dirigida por György Vashegyi (Glossa, 2018), por mucho que en la época fuera interpretado por una cantante de esa naturaleza—.
Aquí, en cambio, protagoniza un programa diseñado milimétricamente a su medida. Articulado como una mini ópera en cinco actos, combina espléndidos números instrumentales con aires vocales fastuosos —entre ellos varios monólogos espeluznantes— compuestos por Lully, sus contemporáneos y discípulos. Reinas, diosas terribles y hechiceras desfilan portando alguno de los momentos más memorables del Seiscientos francés (Enfin, il est en ma puissance, Noires filles du Styx) interpretados con una calidad rara vez escuchada. ¡Qué expresividad, qué elocuencia, qué dramatismo! El acompañamiento de orquesta y coro, bajo la finísima y teatral batuta de Bestion de Camboulas es igualmente excepcional.