Fernando Sor - William Carter - OpusMusica
Ya hemos escrito en alguna ocasión que el compositor catalán Fernando Sor (Barcelona, 1778-París, 1839) fue uno de los responsables de que la guitarra se convirtiera en instrumento de concierto, llevándolo por Francia, Inglaterra y Rusia y, sobre todo, dotándole de un repertorio solista de categoría y exigencia técnica. Además, Sor fue autor de una ópera (Telémaco en la isla de Calipso), páginas para piano y canciones españolas.
El guitarrista norteamericano William Carter nació en Florida en cuya universidad estudió, completando su formación en Nueva York y Londres. Ha dado conciertos en Europa, Asia y América, tanto como solista como acompañado por orquesta; tiene grabados una decena de CD y es profesor de guitarra barroca y laúd en Londres.
Este guitarrista que utiliza un instrumento realizado por Tony Johnson en 2006, tomando como modelo una guitarra del siglo XIX, emplea la yema de los dedos en lugar de la uña. Esta técnica obtiene un sonido más cálido, menos brillante también, y, según el propio intérprete, permite una mayor diferenciación de las dinámicas, consiguiendo, de esta manera, un "colorido" sonoro muy variado.
El CD contiene varias obras encuadrables en eso que llamamos "música de salón". 5 Minuetos del Op. 11, elegantes, distinguidos y cortesanos; 2 piezas del Op. 5 (un Andante Largo y otro Minueto); dos Minuetos más, del Op. 3 y del Op. 24; el Gran Solo, Op. 14, un ejemplo de sus partituras didácticas, 5 Estudios para la guitarra española, Op. 6, música académica y pedagógica que trata diversos problemas técnicos del instrumento, y el Aria y variaciones sobre La flauta mágica de Mozart, que explota las posibilidades de la guitarra y se estructura en una gran introducción de corte "sinfónico" a la que siguen las brillantes y atractivas variaciones.
William Carter ofrece una pulsación limpísima, incluso en la mano izquierda (apenas si se escuchan media docena de arrastres en la hora de música que contiene el disco), un sonido cálido y redondo y un gran contraste entre las dinámicas. El sonido del instrumento utilizado resulta mucho más íntimo que el de guitarras más modernas, lo que unido a las cuerdas de tripa que se empleaban entonces lo hacía más íntimo.
El CD se acompaña de notas del propio guitarrista, aunque sólo en inglés, lo que impide que lleguen a muchos aficionados que desconocen este idioma. Es una lástima y un detalle á considerar por los responsables comerciales de la productora.