Leonardo García Alarcón - Monteverdi: L'Orfeo - Scherzo
Volver a escuchar el Orfeo, tras cierto tiempo, es siempre una experiencia única y memorable. García Alarcón nos obsequia con una interpretación llena de frescura y fuerza expresiva, delicada y sutil donde debe, y de gran efecto dramático donde la música lo requiere. Una dirección plena de intención con el texto, con gran equilibrio de los tempi, vigorosos o melancólicos, sin extravagancias. Toda esa riqueza expresiva no esconde un enfoque riguroso de la escritura de Monteverdi, y atención a la información sobre instrumentación que nos ha llegado, tanto en su disposición como en las combinaciones, que se ajustan al desarrollo de la acción, con equilibrados continuos con dominio de la cuerda pulsada o de los bajos infernales.
Valerio Contaldo hace un espléndido Orfeo. Su voz, de timbre atractivo, es muy expresiva, de gran sentido dramático, con mucha atención para dotar al texto de su profundidad emocional, y con buena ornamentación (con un ligerísimo vibrato a veces). Mariana Flores resulta brillante e intensa en su papel de La Musica, mientras canta una Euridice dulce y encantadora, mejor que nunca, con un estilo muy cuidado.
También es excelente la mensajera de Giuseppina Bridelli, que tiene un talento y una voz especialmente dotados para lo dramático. El Caronte de Salvo Vitale es realmente poderoso y consigue estremecer. La soprano Ana Quintans confiere una magnífica dulzura a su Proserpina (¡qué voz más bella y qué bien canta!), mientras Alejandro Meerapfel crea un Plutón convincente. Alessandro Giangrande también borda sus intervenciones, así como Carlo Vistoli. El resto del elenco vocal está espléndido. El coro de Namur saca brillo del contrapunto de Monteverdi, y la Cappella Mediterranea, toda su delicadeza y brillantez. Una gran versión que nos devuelve con frescura renovada un Orfeo espléndido.